Las estrategias de aprendizaje apuestan la implicación en la enseñanza de los diferentes tipos de pensamiento y estrategias metacognitivas. Los estudiantes que poseen conciencia de sus estrategias metacognitivas las aplican a situaciones de aprendizaje, resolución de problemas y memorización. El modo en que un estudiante lleva a cabo los trabajos del aprendizaje puede clasificarse como algo más que actuaciones casuales ya que responden a modos de funcionamiento mental con cierta estabilidad, aunque modificables.
La estrategia no es más que el modo, manera o forma influyente en que el sujeto percibe el medio, resuelve situaciones o actúa. El hecho de resaltar el carácter estratégico de los estilos cognitivos amplifica las posibilidades que brinda esta vía para la atención a la diversidad dentro del ámbito Las estrategias de aprendizaje del estudiantes se definen en calidad de toma de decisiones, consciente e intencional, en la cual el educando elige y activa, de manera coordinada, aquellos conocimientos declarativos y procedimentales que necesita para cumplimentar una determinada demanda, en función de las condiciones de la situación educativa en que se produce dicha demanda.
La utilización de estrategias solicita, de un sistema que controle continuamente el desarrollo de los acontecimientos y decida, cuando sea preciso, qué conocimientos explicativos hay que recuperar y cómo se deben coordinar para resolver cada nueva coyuntura. El perfeccionar de la estrategia está muy relacionado con la función reguladora de la metacognición, cuando se convierte en objeto consciente de la actividad del estudiante y está centrada en la estrategia; por lo que toda modificación en la misma es vista no únicamente en relación con los resultados a que conduce, sino vinculada a la serie de pasos o acciones que la conforman.
No obstante, esta noción se admite que el estudiante que actúa estratégicamente debe ser consciente de sus propósitos, y en función de estos, y de las características o condiciones de la situación en la que habrá de desenvolverse, elige y coordina la aplicación de uno o varios procedimientos de aprendizaje realizando acciones de control que conduzcan al perfeccionamiento de la estrategia. Con las acciones de control durante la solución, el sujeto no solo puede cuestionarse acerca de lo inadecuado del instrumento que está aplicando sino también, de sí mismo como sujeto de la actividad.
En síntesis, desde esta perspectiva del proceso de aprendizaje, de carácter intencional y propositivo, se reflexiona que un aprendizaje flexible, capaz de transferirse a diferentes situaciones, dinámicas y variadas, en las que tiene lugar la actuación en el contexto socioeducativo, no solo de los estudiantes, sino que incluye al docente en un binomio que interactúa de forma eficaz e integrada. Esta actuación involucra, las capacidades de anticipación, de planificación y de autorregulación durante la actividad intelectual, las cuales no se manifiestan al margen de los restantes factores descritos como determinantes del funcionamiento excepcional.