EL MIEDO AL FRACASO | DOCENTES 2.0

Las personas inteligentes a menudo no logran desarrollar todo su potencial por el miedo al fracaso. Muchos ni siquiera son conscientes de que tienen esta dificultad. El miedo al fracaso cambia la conducta de tal modo, que convierte este fracaso casi en una certeza, en un pronóstico autocumplido. El miedo detiene nuestra toma de decisiones, desordena nuestro buen juicio y destruye nuestra creatividad.

Ciertamente, es un progreso fuerte y sostenible solo será posible una vez que se acepte el miedo y las convicciones básicas son algo con lo que hemos de acostumbrarnos a vivir. Podemos aprender a vivir con quienes somos, incluyendo nuestras inseguridades. Podemos obtener nuestras metas, siempre que sean acertadas. El éxito no tiene que ver con ser ambiciosos. Lo que separa a los ganadores de los perdedores es cómo se enfrentan al fracaso. 
El miedo puede iniciarse desde la infancia y crecer con las personas hasta convertirse en una fobia incontrolable que puede paralizarnos mentalmente. Además, puede estar presente en varias etapas de nuestra profesión, incluso cuando parece que estamos fuera de su alcance o cuando hemos creado una confianza sólida en un campo en particular. Algunos estudios, demuestran que las personas que tenían miedo al fracaso solían intentar labores consideradas muy difíciles o casi imposibles. Igualmente, mientras los que estaban muy motivados para triunfar elegían tareas exigentes, pero alcanzables, previendo el éxito y la recompensa, los que tenían miedo al fracaso únicamente elegían aquellas labores que estaban casi seguros de completar o aquellas en las que estaban casi seguros de fracasar. 
El fracaso puede ser una experiencia positiva, si es así como la persona decide verlo. Si lo vemos como un objetivo o lección en el camino al éxito, eso es lo que será. Si, por el contrario, las personas lo ven como una condena total y definitiva del carácter, ese será el resultado. El fracaso de un propósito puede deteriorar la reputación, e incluso la autoestima, de los involucrados. Pero, hay que entenderlo como una condena definitiva y inevitable de las personas, sino solo del proyecto en sí mismo. 
Si lográramos ver el fracaso individual de esta manera, quizá podríamos comprimir su despropósito y su carácter irremediable. Aunque no eliminemos el dolor, seguramente podremos disminuir el grado. En la vida, no hay fracasos, solo hay resultados. Si el resultado no era el que queríamos, deberíamos aprender de la experiencia y tomar decisiones mejores en el futuro. Lo importante es aprender del fracaso.
En síntesis, las personas que tienen una alta motivación para triunfar no les preocupa la posibilidad de fracasar y tienden a sentirse estimulados por situaciones que incluyen un cierto grado de riesgo. Es posible que acepten retos donde la probabilidad de éxito solo sea posible, y perciban las labores fáciles como algo aburrido o deshonroso de ellos. En cambio, los que tienen miedo a fracasar temen la humillación pública y, por lo tanto, tratan de evitar lo que interne un potencial de fracaso. Es más probable, que intenten labores muy simples o casi imposibles, simplemente porque socialmente las consecuencias del fracaso serían juzgadas con generosidad debido a que el éxito era muy improbable y se les reconocería el mérito de haberlo intentado.


Ruth Mujica

Ruth M. Mujica-Sequera

Autor del Blog Docentes 2.0: Dra. Ruth Mujica-Sequera, es venezolana y está residenciada en el Medio Oriente desde el año 2011. Fundadora y CEO de Docentes 2.0 y la Revista Tecnológica-Educativa Docentes 2.0. Ingeniero de Sistema con Doctorado en Tecnología Educativa y Posdoctorado en Ciencias. La Dra. Ruth Mujica-Sequera es la Embajadora Latinoamericana de la Tecnología Educativa - Embajadora Nacional de Venezuela reconocida por ReviewerCredits