A todas personas se le presenta alguna vez disculparse por hacer, decir, tomar algo ajeno o actuar. No obstante, es importante recordar que no todos los errores requieren de una disculpa, porque existen diferentes tipos de disculpas.
Es por ello, que, en el ámbito educativo, si se logra que los estudiantes comprendan profundamente la habilidad, es probable que la puedan aplicar de manera independiente. Para las disculpas, se debe analizar los errores intencionados o no intencionados y evaluar cuál fue el impacto. Es decir, se le presenta a los estudiantes tres categorías y se les pide que clasifiquen las situaciones en las categorías. Por nombrar algunos ejemplos:
1. Las soluciones rápidas: son cuando causa a alguien un inconveniente que no fue intencional y no ocurre todo el tiempo.
2. La necesidad de atención: es un error que molestó a alguien, hirió sus sentimientos o le costó tiempo / recursos.
3. Una reparación mayor: es cuando sus acciones son deliberadas o insensibles y causan daño a otra persona y su relación con ellas.
Cuando los estudiantes están profundizando en sus errores u ofensas, trabajan además en construir su empatía y en ver la importancia de las disculpas. Todos hacemos cosas, por error o a propósito, las cuales causan ruptura en las relaciones con los demás. Las disculpas son nuestros materiales de reparación. «Disculpa!» no es una palabra muy efectiva para usar para hacer reparaciones.
A las personas por lo general, les cuesta reconocer que decir lo siento es difícil. Es difícil porque se debe admitir que no se dio lo mejor de sí mismo. Antes de comenzar a ayudar a los estudiantes a escribir disculpas, analizamos las disculpas falsas o vacías. Esta es una gran oportunidad para subir el dramatismo y hacer que los estudiantes representen disculpas falsas y reales.
Para que los estudiantes diseñen una verdadera disculpa, necesitan saber qué sucedió y por qué lo sienten. Se debe repasar lo que sucedió y por qué sucedió. Una vez que se tengan los hechos de lo que sucedió, nos concentramos en la empatía. Realmente, lo que se busca es que el educando no presente una disculpa vacía porque se le está dando una orden. Lo que se desea es que entiendan cómo otros sienten.
Las personas a menudo piensan que una carta de disculpa bien diseñada hará el truco. Y que podría impulsar aún más para considerar que las reparaciones reales se realizan a través de acciones, y no de palabras.
En síntesis, el objetivo de enseñar a los estudiantes a pedir disculpas es aprender a reconocer como la otra persona se siente, y como se debe trabajar para reparar lo sucedido. Eso ayudará a formar mejores personas.
