A menudo la personalidad y confianza de los estudiantes se ha visto disminuida por la imponente autoridad del docente y los modelos antiguos de la enseñanza, especialmente la primaria, que es donde las personas más información absorben y empiezan a mostrar inquietudes.
Haciendo partícipes a los niños desde temprana edad, se favorece a potenciar una mayor autoconfianza y autoestima de los mismos, permitiendo un mayor desarrollo personal que será beneficioso a largo plazo.
Así, el aprender juntos ayuda a reducir las dosis de ansiedad porque permite que los educandos se relajen y trabajen en un ambiente armonioso donde encuentran tiempo suficiente para pensar, ensayar y de generar feedback entre ellos, ya que el apoyo de los compañeros es un elemento fundamental de este método.