En la actualidad se observa un aumento en los trastornos del aprendizaje y la aparición de conductas disruptivas en la población infanto-juvenil. Debido a ello, se ha descubierto que el apoyo individual especializado, la terapia familiar y la formación en las instituciones educativas resulta insuficiente.
Aprender y memorizar es cambiar, y es también crear conexiones y estructuras en el cerebro. Cuando dichos cambios ocurren en los circuitos neuronales se concluye en la modificación de una persona para siempre. De acuerdo con el autor Francisco Mora (2013), es inmenso el compromiso de los docentes, pues son ellos quienes tienen la responsabilidad de formar los nuevos ciudadanos del mundo, y pueden convertirse en los estimuladores de nuevos talentos o, en el peor de los casos, en “apagatalentos”. Además, plantea la idea de que el profesor debe saber captar el foco atencional del estudiante mediante temas que tengan interés para los estudiantes, más no a través de la imposición.
Mora, hace énfasis en las modificaciones conductuales, pasando por sus expresiones corporales. El aprendizaje, entonces, nos lleva necesariamente a un cambio. Esta modificación de conducta se ve a diario, un ejemplo sencillo, cuando se aprende a usar un electrodoméstico o a manejar un auto: el comportamiento es diferente antes y después de saberlo.
En Neuroeducación, se reevaluar temas como la educación, la arquitectura y la ciencia, es decir, replantearnos la educación es indispensable para potenciar el aprendizaje de los educandos, y la enseñanza de los docentes, a través de la toma de ventajas de los conocimientos del funcionamiento del cerebro integrado con estudios sociológicos, psicológicos y médicos.
La existencia de padres o autoridades represivas que limitan y asustan a los jóvenes, mermando sus cuestionamientos o los juegos que realizan, contribuye a la provocación de daños irreversibles que se verán reflejados en los años posteriores. El ser humano, desde su nacimiento, tiene deseos de conocer y utiliza la mecánica del juego y la curiosidad para llegar a ello. Esto le permite conocerse a sí mismo y al entorno que lo rodea. La institución educativa es el lugar ideal para el aprendizaje. A diferencia de la instrucción que se puede efectuar en otros lugares, como el hogar, la escuela te permite la educación, que implica aspectos como la socialización e interacción con un grupo de personas de la misma edad.
En síntesis, es necesario la revaloración de aspectos como el juego, la estimulación del docente, la importancia de la institución educativa, la eliminación de los neuromitos, la importancia de la curiosidad, la atención y la emoción dentro del sistema educativo, para poder potenciar el aprendizaje de los educandos.