La docencia puede ser ejercida por cualquier persona a quien la autoridad académica designe para dar clases a un grupo de estudiantes. Pero, ser un maestro o maestra requiere mucho más que ese simple compromiso contractual. Un maestro o maestra debe ser consciente del rol que cumple en la sociedad, y dentro de ello comprender que la relación pedagógica tiene, por lo menos, dos dimensiones: la capacitación y la formación.
La capacitación se refiere a la comprensión de conocimientos y al desarrollo de habilidades prácticas y capacidades de acción en el mundo, en obediencia de la importante función de socializar a las nuevas generaciones en el conocimiento acumulado por la sociedad humana para darle continuidad. La formación, comprende los procesos que apoyan a la construcción de identidad, a modelar la cosmovisión y a recrear los universos de significados y los dispositivos de asignación de sentido de las personas involucradas en los procesos formativos; y en una sociedad como la actual, contribuir a la generación de nuevos sujetos sociales que tengan las capacidades para ser co-constructores de la nueva sociedad que anhelamos.
Para poder actuar en estos dos dominios generando impactos positivos en el desarrollo de capacidades en el saber qué, el saber cómo y el querer hacer por parte de los estudiantes, el maestro demanda disponer de capacidades específicas que le permitan desempeñar su labor educadora de manera efectiva. Es decir, un maestro o maestra debe poseer las siguientes características y capacidades en su quehacer cotidiano:
- Conocimiento disciplinar y didáctico
- Respeto
- Trato personal
- Cuidado
- Dominio
- Competencias comunicativas
- Congruencia
- Reflexión y discernimiento
El maestro del siglo XXI es un formador de ciudadanos, capaz de leer los contextos locales y globales que le rodean y de responder a los retos de su tiempo. Es un facilitador que domina su disciplina y que, a través de metodologías activas, ofrece las herramientas necesarias para que los estudiantes comprendan el mundo desde diversos lenguajes, aprendan a vivir con los demás y sean productivos.
En síntesis, la Revolución Educativa es consciente de estas necesidades y de las exigencias que tiene esta visión para la institución educativa. En esa medida, los proyectos educativos de mejoramiento de la calidad están encaminados a fortalecer las instituciones, los equipos de gestión que las lideran y contribuir al desarrollo profesional docente en función de lograr los resultados de aprendizaje de los estudiantes con los que el país se ha comprometido.
Nuestro homenaje y felicitación a los maestros del mundo que son hoy los formadores del futuro. ¡Feliz día del Maestro!