La educación holística es aquella que se ocupa del desarrollo del potencial intelectual, emocional, social, físico, artístico, creativo y espiritual de una persona. Esta educación tiene como objetivo crear individuos «completos» que estén bien equilibrados en su visión de la vida y su comprensión personal de sí mismos en relación con el mundo.
Por lo tanto, se enfatiza el autoconocimiento y el honor de ser quién eres, aprendiendo a establecer metas realistas, alcanzables y examinando regularmente el camino que han tomado para alcanzar sus metas. El aprendizaje holístico honra la experiencia de la vida, tanto logros como bloqueos de caminos, con un enfoque tanto en lo que salió bien como en lo que no salió según lo planeado.
La educación holística de acuerdo a Gallegos (2001), “es una estrategia comprensiva para reestructurar la educación en todos sus aspectos: la naturaleza y el contenido del curriculum, la función del maestro, los estudiantes y los administradores escolares, la manera como el proceso de aprender es enfocado, la estrategia para reestructurar completamente el sistema educativo, la importancia de los valores y la naturaleza de la inteligencia” (p.125).
Asimismo, el holismo es aplicado en la educación, se comprende como un sistema vivo, en constante aprendizaje y evolución, por lo tanto, cuando se habla de un modelo para una educación integral, abierta y flexible, el holismo, se consideran estas cuatro dimensiones: la ciencia, la sociedad, la ecología y la espiritualidad, trata de desarrollar en las comunidades educativas los siguientes tipos de aprendizajes:
- Aprender a aprender.
- Aprender a hacer.
- Aprender a vivir juntos.
- Aprender a ser.
Estos tipos de aprendizaje, forman la parte de la construcción integral del ser humano, si se entiende que el ser humano es multidimensional, y desarrolla inteligencias múltiples: lógica, verbal, corporal, interpersonal, entre otras, enriqueciendo al desarrollo humano en todos los ámbitos cognitivo, social, afectivo, física y espiritualmente.
En síntesis, la educación holística no solo forma al individuo de manera integral, también debe estar acompañado de una mente abierta, capaz de unir éste con el todo. De esta forma se puede entender, que, si se quiere educar, hay que formar mentes abiertas, con gran capacidad de escucha, diálogo y crítica, así se tiene la posibilidad de generar competencias generales, específicas y profesionales, apoyado de la formación en valores como el respeto, prevaleciendo las relaciones armoniosas con sus semejantes.