Uno de los descubrimientos más sorprendentes realizados por la neurociencia en las últimas décadas tiene que ver con el rol central de las emociones en el funcionamiento del cerebro humano. En palabras del autor Damasio (1996), «el sentimiento es un componente integral de la maquinaria de la razón… Determinados por aspectos del proceso de la emoción y del sentimiento son indispensables para la racionalidad».
Por lo tanto, existe un antes y un después en la comprensión de la mente humana, y el límite lo marcan las investigaciones realizadas en torno al padecimiento medioventrales, que es una enfermedad padecida por las personas que tienen dañado el cerebro emocional y que mantienen intactas sus capacidades superiores, por tanto, es la representación del ideal kantiano de la razón pura, en las que la emoción no puede interferir con su razón. En otras palabras, una persona que sufre esta enfermedad se convierte en inmadura, asocial, regresiva, incapaz de tomar decisiones.
Las respuestas emocionales, en su mayoría, se generan inconscientemente. Freud tenía razón cuando se refirió a la conciencia como la Punta del iceberg mental. Es en el inconsciente emocional donde tiene lugar gran parte de la actividad emocional del cerebro. Estos descubrimientos tienen una importancia capital para la educación mediática, porque las pantallas inciden de manera preferente en el cerebro emocional, en la mente sumergida.
A continuación, listaremos los síntomas más frecuentes de las lesiones ventromediales:
1. Dificultades en la planificación de actividades cotidianas y en la toma de decisiones.
2. Alteraciones anímicas.
3. Disminución apreciable de la competencia social.
4. Emocionalmente: muestran más agresividad verbal, sienten escasa o nula empatía hacia sus semejantes y su estado de ánimo experimenta cambios drásticos en poco tiempo.
La experiencia emocional tiene profundas interacciones con los aspectos racionales de la conducta. Sus alteraciones, como consecuencia de lesiones implicada en la emoción, se manifiestan por la incapacidad de los sujetos que las padecen para hacer juicios y valoraciones adecuadas de situaciones sociales complejas. Como señala
En síntesis, los docentes deben estar atentos a de sus estudiantes a la hora de implementar la tecnología en el aula, debe saber detectar a través de la educación mediática si un estudiante padece de esta enferma. Las enfermedades cerebrales del afecto, es decir, aquellas alteraciones en las que están implicados de manera relevante los sentimientos de tristeza o felicidad afectan, en periodos distintos de la vida. La depresión o la bipolar son cuadros clínicos que reflejan una afectación de los circuitos cerebrales de la emoción y es uno de los problemas de salud más graves que afrontan los hombres y mujeres de los países desarrollados en el mundo de hoy.
De modo que, los hallazgos de la neurociencia se desprenden, en fin, de que los avances tecnológicos están haciendo que la sociedad cambie a un ritmo imparable. Unos lo llaman la Cuarta Revolución Industrial, otros la era de la información, pero lo más interesante reside en que esta transformación supone un cambio radical en la manera de pensar, aprender, trabajar y relacionarse las personas.