Para iniciar, debemos señalar que de acuerdo con Schunk (2015), el aprendizaje “implica adquirir y modificar conocimientos, habilidades, estrategias, creencias, actitudes y comportamientos. Las personas aprenden habilidades cognitivas, lingüísticas, motrices y sociales” (p.2). Por lo tanto, el aprendizaje requiere un cambio duradero, que tiene lugar en una amplia gama de entornos y sirve para muchos propósitos, como, además, es esencial para sobrevivir y prosperar como especie a lo largo de la vida.
Actualmente, la tecnología está jugando un rol más importante en la educación y sociedad. De hecho, la mayoría de los jóvenes creen que si algo no se puede encontrar en YouTube o Netflix, ¡entonces no existe! Por consiguiente, es beneficioso examinar y, en algunos casos, intentar replicar las condiciones del aprendizaje más informal en términos de motivación, curiosidad, libertad, entre otros., ya que se propagaría las ganancias de aprendizaje en las instituciones educativas.
Cada vez se les exige más a los docentes que posean el conocimiento de la materia y habilidades interpersonales necesarias para inspirar e impartir conocimientos a sus estudiantes. El conocimiento de la materia es importante, pero el conocimiento pedagógico posee un mayor impacto. Además, se espera que los educadores comprendan y apliquen las habilidades de los psicólogos conductuales y cognitivos, debido a que los docentes también deben adaptarse a las preferencias socioculturales. Esto incluye brindar apoyo empático mientras se hace malabarismo con un sinnúmero de intereses, motivaciones y actitudes mientras se satisfacen las preferencias de las personas.
Es imperativo que los docentes entiendan la mecánica del proceso de aprendizaje ya que les permite maximizar en la práctica educativa los logros del aprendizaje, uso de las herramientas o estrategias que han demostrado su eficacia para promover el aprendizaje. Las estrategias tales como: de comprensión de lectura, metacognición, autorregulación y retroalimentación se presentan con mayor valor agregado en el aprendizaje. Por ello, el conocimiento pedagógico significa una comprensión del aprendizaje, desarrollo humano, ética profesional, técnicas de motivación, diferencias culturales e individuales, estrategias de instrucción, gestión del aula y estrategias de evaluación que tienen un impacto en el educando. Por ende, la instrucción se define como la manipulación del entorno del estudiante para provocar un cambio en la experiencia para así alcanzar un nuevo conocimiento.
En síntesis, para ser efectivos en el aula, los docentes en formación deben desarrollar su base de conocimientos. El conocimiento del contenido pedagógico (PCK) es el conocimiento práctico específico que se requiere para ayudar a los estudiantes a comprender y aplicar la comprensión de la materia.
