Actualmente, las personas se cuestionan ¿cómo pueden adaptarse a los cambios en tiempo de pandemia? Es importante señalar que todo cambio
produce conflictos emocionales, ya que todo nuevo produce miedo, ansiedad y fobia. Para que el hombre pueda adaptarse a un cambio debe pasar por la programación de un hábito. Un hábito es la consecuencia de una labor que se repite frecuentemente de manera automática. Las personas, en su día a día repite muchos hábitos, como por ejemplo cepillarse los dientes, colocarse los zapatos antes de salir de casa, entre otros. Son todas esas acciones que se realiza de modo automático, y no requiere la atención o esfuerzo para llevarlas a cabo.
Cuando se reflexiona en modificar un comportamiento, o experimentar algo nuevo, se debe considerar los siguientes aspectos:
- El valor de las cosas.
- La obligación de practicar.
- La experiencia con nuevas técnicas.
No obstante, existen herramientas que pueden ser utilizadas, como son: la motivación y voluntad.
- Motivación. Significa estar activo para realizar algo, es una fase dinámica y fluctuante. Existen dos tipos de motivación: Motivación extrínseca: depende del exterior, motivación intrínseca: depende de la persona.
- Voluntad: Es una facultad mental que depende de la ambición y propósito para ejecutar un acto en concreto.
Pero, para dar el primer paso al cambio se hace necesario detectar ¿cuáles son los patrones mentales que lo condicionan? Es decir, aquellos que no le permiten alcanzar una mejor calidad de vida o adaptación a un evento específico. Entres herramientas que permiten identificar y modificar estos patrones, tenemos: autobservación, reflexión y meditación. Es pertinente recordar que los patrones mentales están compuestos por los: tendencias, dogmas, valores, emociones y alteraciones. Además, tienen su réplica en el cerebro, lo que origina la formación la red neuronal.
En síntesis, la clave para la liberación de los patrones es que el sentido pierda importancia relativa como, además, el sentir del corazón pase a tomar ese lugar. Por ello, es importante: Conectarse con el sentir, estar consciente de los pensamientos, identificar cuáles son las emociones predominantes, dedicar un tiempo para trabajar mentalmente en lo que desea lograr.
