Hoy en días, los estudiantes y docentes se cuestionan ¿fue necesario que llegará la pandemia para poder innovar la educación? Al reflexionar sobre es esta interrogante se nos viene a la mente, los infinitos errores cometidos en las aulas de clase tanto por docentes y estudiantes. No obstante, todos estos errores los han convertido en un mejor educador o educando, gracias a la innovación, transformación o aprendizaje en esa experiencia. Por lo tanto, los errores deben verse como excelentes oportunidades de aprendizaje, y lo estamos viviendo en tiempo confinamiento, los docentes y estudiantes han innovado su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Puede parecer contradictorio, que al vivir o crear situaciones en las que los estudiantes o docentes cometan errores, podría ser una gran oportunidad para la resolución de problemas en clase o para concentrarse en ejemplos más desafiantes. Los errores a menudo dan como resultado un mayor conocimiento. Examinar dónde y cómo sucede estos errores es una elección. Sin embargo, al vivir esta experiencia surge una emoción, la frustración que puede resultar cuando no se consigue solucionar o retroalimentar el error. Por ello, en un ambiente de clase positivo que anime a los estudiantes también puede proporcionar una buena base para permitir este tipo de aprendizaje.
A continuación, listaremos algunas recomendaciones de cómo se puede aprovechar los errores de aprendizaje:
- En lugar de desalentar se debe encontrar cuál es el aprendizaje individual. El autor Dweck (2013) sustenta que en lugar de elogiar la inteligencia, los educadores deberían centrarse en alentar a los estudiantes y apoyar la responsabilidad individual.
- Reconocer que los errores son pieza fundamental en el aprendizaje. Algunos estudiantes practican la memorización para no arriesgarse o para evitar los errores. Pero, el error es parte fundamental para experimentar la innovación en su aprendizaje.
- Alcanzar el objetivo. El desarrollo del aprender debe ser considerado de gran importancia tal como el pensamiento mismo. El dominio produce un aprendizaje significativo.
- Los errores como parte de la conquista. El autor Chomsky (2013) considera que la educación debe aceptar que los educandos aprendan a indagar, explorar e investigar temas que los involucren.
- Aprendizaje a su propio ritmo. En la educación digital los estudiantes aprenden información general en clase y practican ejemplos en casa. Es lucrativo permitir que los educandos cometan fallas en el aula.
- Maneje de manera efectiva la retroalimentación. El docente puede servir como un medio de asistencia para encontrar las respuestas en un momento oportuno.
En síntesis, en tiempo de confinamiento el aprendizaje el error ha sido un gran reto para entender cómo funciona este modelo. Un estudiante trabaja con un educador el contenido en el aula y lo experimenta en casa, el docente lo vive de manera inversa trabaja el contenido en su hogar y lo experimenta en el aula. Por ende, estas dos miradas se le admite incurrir en fallas e incluso se le anima a realizarlas. Luego, de aprender las competencias básicas de la educación digital, los errores se valoran como parte del proceso y el estudiante finalmente desarrolla su propio estilo y punto de vista.