En la actualidad, la sociedad se ha transformado en todos sus ámbitos debido a la influencia de la globalización. El ámbito educativo no escapa de
estos cambios violentos e inesperados que se ven influenciados por los eventos tecnológicos, que deben ser considerados como un instrumento de dinamización y enriquecedor del quehacer pedagógico. Cuando institución educativa decide innovar la metodología, técnicas, procedimientos y alfabetizar digitalmente a sus docentes, se enfrenta a miles de dudas, miedos e incertidumbres. Y, es justo en ese momento cuando la ayuda del consultor tecnopedagógico es esencial ya que su función es canalizar y encontrar una respuesta, como, además, soluciones a los argumentos presentados.
Un consultor es un especialista en un campo determinado que da consejos, soluciones y recomendaciones sobre sus conocimientos. En el caso del consultor tecnopedagógico, su formación, así como su experiencia permite dar una visión más exacta del nivel tecnológico de un centro educativo especifico, lo que admite obtener, la información necesaria sobre los medios tecnológicos que deberán utilizar para constituir un proyecto digital innovador.
Entre los obstáculos o barreras más comunes a la hora de incorporar la tecnología en las instituciones educativas son las descritas por el autor Loveless (2003) de la siguiente manera:
- Primer orden: Acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), tiempo para practicar, soporte técnico y contenidos.
- Segundo orden: Creencias, actitudes, práctica, autoeficacia con TIC.
- Tercer orden: Por qué y cómo usar las TIC para enseñar una asignatura específica en el aula de una cierta unidad académica con estudiantes que tienen un determinado contexto familiar, social y de historia escolar (p. 313).
En tiempo de confinamiento, el ámbito educativo experimentado desniveles de competencias, debido a que las instituciones educativas no cuentan con recurso tecnológico, docentes alfabetizados o presupuestos para capacitaciones que permitan la innovación educativa. La mayoría de las actividades ligadas a la tecnoeducación ha sido desarrollada, por docentes apasionados, que han logrado dotarse de recursos para adquirir competencias.
Por lo tanto, las funciones llevadas a cabo por los consultores tecnopedagógicos son:
- Formación docente basada en tecnología.
- Investigación educativa.
- Evaluación institucional.
- Reforma curricular.
- Apoyo y orientación al trabajo de las cátedras respecto a planeamiento.
- Organización de contenidos
- Replanteo de metodologías de enseñanza.
- Evaluador de la problemáticas tecnopedagógicas del centro educativo.
- Asistir a los docentes en ciclo de iniciación y nivelación.
En síntesis, para que la incorporación tecnológica tenga un alto impacto pedagógico es de vital importancia la intervención del consultor tecnopedagógico para que se reflexione la propuesta educativa. Para ello, es relevante que se tengan presente los principios de las denominadas pedagógicas emergentes o teorías del aprendizaje para la era digital, las cuales son: Teoría constructivistas sociales, construccionistas, basado en proyectos, conectivismo, espacios colaborativos, interniveles y el aprendizaje rizomático que son los que potencian los conocimientos, actitudes y habilidades relacionadas con la competencia “aprender a aprender”, la metacognición y el compromiso con el propio aprendizaje de los estudiantes.
