Hoy en día, es importante reflexionar sobre el uso del Internet, así como analizar los problemas e impactos a los niveles de la red educativa. Si bien,
es cierto que el aumento desmedido de la información ha ocasionado un gran impacto social, lo cual es conocido como la “era de la información”. Esto último ha estimulado la creación de nuevos términos en el ámbito educativo con la intención de potenciar el tiempo, quehacer pedagógico y las políticas educativas en la denominada educación digital.
En la actualidad, existen autores que sustentan que en la red hay mucha información. Conviene señalar que, aunque con prudencia y habilidad, existen entes que pueden legislar la información, lo que genera un desfase tecnológico entre los países del mundo globalizado. Esto impulsa a que las personas se cuestionen sobre ¿cuál será el futuro de la educación? Si se reflexiona sobre la uniformidad del conocimiento del planeta se deberían implementar las políticas educativas con base tecnológica para poder adaptar el aprendizaje significativo en la era del conocimiento.
Muchas personas temen que la red potencie la cultura informacional en algunos países, dejando de lado cualquier otra opción. Una de las problemáticas más arraigadas es la brecha digital, como, por ejemplo, estudiantes que no tienen acceso a Internet. Se hace pertinente recordar que en la diversidad está la riqueza y la capacidad de evolución de las especies y aunque vivamos en un mundo uniforme, conviene tener presentes los argumentos de una Aldea Global.
Cabe destacar que el impacto de Internet sobre la educación es realmente sorprendente por la gran cantidad de posibilidades que se abren. En tiempo de confinamiento, la educación digital ha podido aportar nuevas técnicas, métodos y estrategias al quehacer pedagógico tradicional, lo cierto, es que se trata de una ventana abierta al mundo de posibilidades que ayudará a los estudiantes a tener mayor conocimiento y aprendizaje significativo.
Internet abrió una variedad de oportunidades entre docentes y estudiantes, porque a menudo, se da la situación que los educandos tienen más destrezas tecnológicas con respecto al docente. Es importante ver el sentido de paralelismo que introduce la estructura piramidal de participación en todos los niveles de la red. Las redes educativas están llevando a cabo una tarea loable: hacer llegar y enseñar de manera significativa, gracias a las técnicas, práctica y a la tecnología, para ayudar a aquellos alejados del boom comunicacional de Internet.
En síntesis, no es de extrañar que algunos países están escépticos, ya que, si estas comunidades disfrutarán de mejor comunicadas, estarían más unidas, para conseguir aquello que incremente el grado de conocimiento. Gracias al nuevo concepto de participación e interactividad permite que las personas tengan ante ellos un mundo virtual, que sirve para mejorar la convivencia y los ecosistemas de este planeta llamado Tierra.
