En la actualidad, los docentes se sienten agotados están entrando en la etapa del “burnout» lo que autor Herbert Freudenberger, como el síndrome del quemado. Esto a causa de las acciones emprendidas por la pandemia mundial. Se sienten abrumados por los desafíos que enfrentan con los estudiantes. Muchos dudan de sus habilidades, competencias y destrezas se han distanciado de sus colegas, han perdido la pasión por la planificación de lecciones y presentan mal genio a la hora de impartir sus clases virtuales.
Tal como lo señalan las investigaciones el agotamiento es un estado del que no hay retorno emocional. Cuando las personas reconocen sus emociones asociadas con el agotamiento, por nombrar algunas: desconexión, desesperanza y cinismo, se sienten avergonzados y agrava la depresión. Por ello, es necesario conocer que el Burnout es básicamente una depresión, es una manera diferente de depresión caracterizada por fatiga, frustración, insatisfacción y apatía. En educación, el agotamiento es más común cuando los docentes no ven los resultados que aspiran alcanzar.
Por lo tanto, es importante conocer cómo se puede prevenir el agotamiento:
- Normalizar las emociones.
- Reconociendo que es normal que usted y los demás tengan emociones y las expresen.
- Creando metas específicas y medibles.
La mayoría de las personas internalizan la creencia tácita de que no es profesional tener o expresar emociones en el trabajo, lo cual es un mensaje que recibe el cerebro para endurecer y dejar las emociones a un lado. No obstante, este tipo de creencias deben ser desterradas, las emociones merecen atención porque son fuentes de sabiduría e información.
En algunos casos, el agotamiento se convierte en un tipo de depresión que amerita ayuda profesional y los líderes escolares deben conocer los indicadores comunes de la depresión para poder reconocerla en ellos mismos y en los demás. Parte de ese proceso implica normalizar, abrazar y compartir emociones. Una de las razones por las que muchos profesores no están satisfechos es que la tarea en cuestión es abrumadora.
- Estrés y frustración.
- Distanciamiento emocional.
- Dolores de cabeza y estómago.
- Debilidad.
- Falta energía.
- Negatividad.
- Dificultad para concentrarse.
- Carencia de creatividad.
En síntesis, los docentes necesitan orientación sobre cómo reducir y aclarar sus expectativas para que estén preparados para el éxito. El Burnout se caracteriza por la sensación de no poder nunca hacer lo suficiente. Si se tiene presente que el término «suficiente» engloba lo Apto e idóneo, se puede evitar o recuperarse del agotamiento.