Desde hace varias décadas, el contexto literario se ha ubicado en las aulas de clases a través de la literatura canónica, llamada por muchos autores “lectura libre”. Que la paradójicamente en muchos casos, la selección de un libro o lectura depende de la recomendación del docente, en otras palabras, los estudiantes en la actualidad no eligen qué libro leer, sino que leen a partir de una lista ofertada por el educador.
El docente en la actualidad ha tenido que transformar su quehacer pedagógico para planificar bajos conocimientos disciplinares, didácticos, grupales, gestión de aula, vinculación horizontal y vertical entre materiales, para así llegar a este nuevo ecosistema que impulsa la sociedad digital. Estas dimensiones se han representado bajo las premisas de la enseñanza, como, además, la organización de los contenidos. El libro digital admite un nuevo paradigma que abre nuevos horizontes donde solo se necesita un dispositivo electrónico, una conexión a Internet y un programa o aplicación que pueda interpretar el código en el que está escrito para poder ser visualizado en pantalla digital.
A continuación, listaremos algunas recomendaciones para mejorar la comprensión lectora digital:
- Comprensión del tema.
- Análisis del contenido.
- Marcar y tomar notas.
- Identificar las ideas principales y secundarias.
- Velocidad de lectura.
- Ser cuidadoso aprender a diferenciar un “juicio de valor” de un “premisa” o “conclusión”.
- Leer diariamente.
En la era digital, las personas socializan la lectura a través de la conversación, abandonaron el tabú de que la lectura es un acto privado. Además, encontraron herramientas para escribir o hablar de sus lecturas libres. Tal como lo señala Lluch (2014), “lo bueno de este mundo es que encontramos conexión con gente que tiene los mismos gustos que nosotros” (p.33). Hoy en los espacios virtuales han creado la integración de la lectura y escritura, lo cual, el lector se ha convertido en autor para construir un ecosistema de lectura con nuevos actores.
En síntesis, escribir y hablar son acciones lucrativas del ser humano, que conciernen con las actividades receptivas leer y escuchar. Por ello, un estudiante escribirá mejor o hablará mejor, en la medida en que perfeccione su comprensión y competencia lectoras. El libro digital tiene ese reto, ser un mecanismo colaborador para el logro de ese fin.