Los cuestionarios son una pieza signifícate para de la obtención de datos. No obstante, de acuerdo con los autores Richards & Schmidt (2002) aseguran que el investigador debe confirmar que el mismo cumpla con los parámetros de “válido, confiable y sin ambigüedades” (p. 438). En general, los cuestionarios pueden aparecer en tres tipos de cuestionarios: (a) cerrados (o estructurados); (b) abiertos (o no estructurados); (c) y, una mezcla de cerrados y abiertos. De hecho, los cuestionarios cerrados proporcionan al investigador datos cuantitativos o numéricos y los cuestionarios abiertos información cualitativa o de texto.
Al respecto, Blaxter et al. (2006) dividen los cuestionarios en “siete tipos básicos de preguntas: cantidad o información, categoría, lista u opción múltiple, escala, clasificación, cuadrícula o tabla compleja y preguntas abiertas” (p. 170). Generalmente, un cuestionario puede hacer uso de uno o varios tipos de estos formularios de preguntas. El hecho es que cada tipo de cuestionario tiene sus propias fortalezas y debilidades. Seliger & Shohamy (1989) opinan que los cuestionarios cerrados son más eficientes debido a su facilidad de análisis. Por otro lado, Alderson & Scott (1996) reconocen la utilidad de los datos cualitativos pero afirman que “su naturaleza abierta hizo más difícil comparar informes de discusiones y entrevistas…” (p. 53). Por consiguiente, es mejor que cualquier cuestionario incluya preguntas cerradas y abiertas para complementarse entre sí. Las siguientes afirmaciones son algunas de las ventajas de los cuestionarios (Brown, 2001):
- Son uno de los medios eficientes para recopilar datos a gran escala.
- Se pueden enviar simultáneamente a un número de personas.
- El investigador puede recopilar datos con bastante facilidad en los sitios de campo.
- El anonimato de los encuestados les facilita compartir información.
- Cuando se administran preguntas similares simultáneamente a un gran número de personas, los datos adquiridos son más idénticos, correctos y estándar.
- Son una forma eficiente en el tiempo de recopilar datos de muchas personas.
- Los cuestionarios cerrados se pueden analizar fácilmente de una manera sencilla.
- Son rentables.
- La redacción de las preguntas puede afectar las respuestas de los encuestados.
En síntesis, existen diferentes maneras de administrar los cuestionarios, cada una de las cuales tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, siempre que los encuestados no estén al alcance del evaluador, pueden ser enviados por correo. No obstante, la tasa de devolución de este procedimiento es bastante baja. También se pueden enviar por internet. En este procedimiento la tasa de devolución es un poco más alta que por correo porque es más fácil para los encuestados devolverlos. Además, pueden administrarse a través del teléfono.
Referencias
Alderson, J. C. & Scott, M. (1996). Insiders, outsiders, and participatory evaluation. In J.C. Alderson & A. Beretta (Eds.), Evaluating second language education (pp. 25-60). Cambridge: CUP.
Blaxter, L., Hughes, C. & Tight, M. (2006). How to research. Open University Press.
Richards, J. C. & Schmidt, R. (2002). Longman Dictionary of language teaching and applied linguistics. Third ed. London: Longman.
Seliger, H. W. & Shohamy, E. (1989). Second language research methods. Oxford: OUP.