La ontología se encarga del estudio del ser, en otras palabras, de la naturaleza de la existencia. Dicho de otra manera, es el estudio de lo que existe, lo que es en realidad, lo que es real o, en la forma más simple de Crotty (1998), “lo que es” (p. 10). Las creencias ontológicas, o suposiciones en el lenguaje filosófico, dan forma a las preguntas de un investigador sobre cómo funciona el mundo o cómo actúan o interactúan las personas. Por ejemplo, en las ciencias naturales, los supuestos clave sobre la realidad caen bajo la ontología del realismo.
El realismo sostiene que la realidad existe fuera de nuestra conciencia y que ciertas leyes fijas de la naturaleza son compendios permanentes de esa realidad, por ejemplo, las leyes de la gravedad (Madill, 2008). Una vez descubiertas, estas leyes se consideran verdaderas y confiables para explicar el mundo natural. La ontología idealista sostiene que los humanos construimos experiencias de la realidad en nuestras mentes a través de pensamientos e ideas, individual y/o colectivamente, y que la realidad está abierta a todas las variedades de interpretación.
No existen leyes fijas sobre cómo puede ser la realidad o cómo puede experimentarse. Además, a diferencia de la perspectiva realista, en el idealismo es precisamente nuestra conciencia la que da origen a la realidad (Alvesson & Sköldberg, 2009; Giacomini, 2010). Íntimamente relacionada con la ontología está la epistemología. Una epistemología es una teoría del conocimiento relativa a creencias sobre “cómo pueden llegar a conocerse los fenómenos” (Giacomini, 2010, p. 131); no obstante, cómo se produce el conocimiento válido. Pascale (2011) explica que la epistemología se ocupa de “la naturaleza, las fuentes y los límites del conocimiento” y proporciona “una explicación justificativa de la producción científica del conocimiento” (p. 4).
Dicho de otro modo, la epistemología aborda cómo llegamos a conocer lo que creemos saber. Al igual que con la ontología, un investigador puede abordar la búsqueda del conocimiento a través de una variedad de epistemologías diferentes. Cada epistemología se basa en su propia variedad de supuestos (creencias teóricas) sobre la naturaleza de la relación entre un investigador y el sujeto(s) de investigación: entre el conocedor y lo conocido.
En síntesis, en la investigación con seres humanos, como en los estudios de tratamiento de musicoterapia, siempre hay dinámicas en juego entre el investigador y aquellos bajo investigación que resultan en el acceso del investigador a diferentes tipos de conocimiento; por ejemplo, conocimiento objetivo versus conocimiento interpretativo o conocimiento observado a distancia versus conocimiento relacional. Es importante que el consumidor de investigación tenga en cuenta si se tienen en cuenta esas dinámicas y cómo, para comprender claramente los procesos que condujeron a los hallazgos y luego aplicarlos de la manera más efectiva a la práctica.
Referencias
Alvesson, M., & Sköldberg, K. (2009). Reflexive methodology: New vistas for qualitative research, (2nd ed.). Thousand Oaks, CA: Sage.
Crotty, M. J. (1998). The foundations of social research: Meaning and perspective in the research process. Thousand Oaks, CA: Sage.Giacomini, 2010
Madill, A. (2008). Realism. In L. Given (Ed.), The Encyclopedia of qualitative research (pp. 731–735) [electronic resource]. Thousand Oaks, CA: Sage.
Pascale, C. (2011). Cartographies of knowledge: Exploring qualitative epistemologies. Thousand Oaks, CA: Sage.