La investigación transcompleja surge como una respuesta a los límites de los paradigmas tradicionales, proponiendo un abordaje holístico, transdisciplinario e integrador de la realidad. Morin (2008) sostiene que la complejidad no se reduce a la complicación, sino que implica reconocer la interconexión e interdependencia de los fenómenos estudiados. Desde esta perspectiva, Nicolescu (2014) enfatiza que la transcomplejidad invita a superar las fronteras disciplinares, articulando saberes diversos para abordar problemas que no pueden ser comprendidos desde una sola lógica o marco teórico.
La transcomplejidad, como plantea López Cerezo (2012), también redefine la relación entre el investigador y el objeto de estudio, reconociendo la implicación del sujeto en la construcción del conocimiento. De este modo, la neutralidad absoluta es reemplazada por una reflexividad crítica. Por lo tanto, en la era digital, la investigación transcompleja se potencia mediante herramientas tecnológicas que permiten integrar datos de diversas fuentes, modelar sistemas complejos y simular escenarios de interacción multidimensional (Andrade Salazar, 2024).
Por consiguiente, la investigación transcompleja basada en tecnología implica un proceso cíclico, integrador y multidimensional que supera los límites del conocimiento fragmentado. Este enfoque reconoce la coexistencia de distintos niveles de realidad (cuantitativo, cualitativo, lógico, filosófico y tecnológico), articulando ciencias duras, blandas, del espíritu y de la complejidad en un diálogo constante.
En este marco, la tecnología no solo opera como herramienta, sino como entorno epistémico y medio de hiperconexión, facilitando la sinergia entre datos, experiencias humanas y reflexión crítica. El ciclo investigativo transcomplejo busca la comprensión profunda de los fenómenos a través de procesos dinámicos de interpretación, correlación y transformación, promoviendo la complementariedad y la ética del conocimiento. A continuación, se lista el Ciclo de la investigación transcompleja basada en tecnología:
- Identificación de un fenómeno multidimensional: Se reconoce un problema o fenómeno complejo que requiere el cruce de saberes disciplinares y la intervención de tecnologías inteligentes.
- Formulación transdisciplinaria de la pregunta de investigación: Se articula una pregunta que no se restringe a un solo paradigma, integrando dimensiones cuantitativas, cualitativas, filosóficas y tecnológicas.
- Diseño metodológico integrador y complementario: Se elabora un diseño que contempla métodos mixtos, simulaciones, minería de datos, análisis de experiencias y reflexión crítica con soporte tecnológico.
- Recolección y procesamiento de información híbrida: Se combinan datos numéricos (IA, Big Data, sensores) con relatos, contextos, emociones y conocimientos tácitos, utilizando herramientas digitales.
- Análisis sinergético y reflexivo: Se interpretan los resultados con enfoque sistémico, reconociendo interacciones no lineales y vínculos causales emergentes entre niveles de realidad.
- Retroalimentación epistémica y validación ética: Se valida el conocimiento desde una mirada ética, con participación colectiva y sentido humanista, considerando el impacto tecnológico en la sociedad.
- Síntesis transformadora y propuesta de acción: Se generan propuestas aplicables, creativas y sustentables, orientadas al cambio social, educativo, científico o tecnológico con visión integral.
- Difusión en ecosistemas digitales colaborativos: Los resultados se comunican en entornos digitales abiertos, promoviendo el acceso libre, la co-creación de saberes y la inteligencia colectiva.
En síntesis, la investigación transcompleja representa, por tanto, una apuesta por una ciencia más humana, contextualizada y pertinente, capaz de afrontar los desafíos globales contemporáneos desde una perspectiva sistémica y transformadora. Este enfoque no se limita a la acumulación de datos o la aplicación de métodos fragmentarios, sino que promueve la integración profunda de saberes, experiencias, lenguajes y tecnologías en función de una comprensión holística de la realidad ya que promueve una conciencia crítica, ética y creativa al servicio de la vida y del bien común.
Referencias
López Cerezo, J. A. (2012). Ciencia, tecnología y sociedad: Una introducción al estudio social de la ciencia y la tecnología. Editorial Biblioteca Nueva.
Andrade Salazar, J. A. (2024). Transdisciplinariedad y complejidad en la investigación. Revista Vida, 6(1), 1–17. https://doi.org/10.36314/revistavida.v6i1.39
Morin, E. (2008). El método: La naturaleza de la naturaleza. Ediciones Cátedra.
Nicolescu, B. (2014). From Modernity to Cosmodernity: Science, Culture, and Spirituality. SUNY Press.