Las competencias del docente son esenciales para el logro de los objetivos planteados en el aula de clases. Por consiguiente, es de suma importancia la coherencia del docente en su actuación y su práctica pedagógica con la metodología de enseñanza-aprendizaje basado en proyecto, así como el significado que tiene Formar Emprendedores.
De acuerdo al autor Alcaraz, quien señala que “…para el académico, emprender es un vocablo que denota un perfil, un conjunto de características que hacen actuar a una persona de una manera determinada y le permiten mostrar ciertas competencias para visualizar, definir y alcanzar objetivos”. Extiende su explicando que son individuos que realizan actividades novedosas, que se caracterizan por su capacidad para crear e innovar, es decir, surgen de lo convencional haciendo cosas diferentes con los recursos disponibles, asumiendo el compromiso y la responsabilidad, agregando valor al proceso o actividad en la que actúan.
El autor Fillion, señala las actividades típicas de un emprendedor las cuales son: la identificación de oportunidades, la concepción de visiones, la toma de decisiones, la implementación de las visiones, necesidad de logro es decir que busca las vías para llevar sus ideas de lo abstracto de pensamiento a lo concreto, el trabajar en equipo, la búsqueda y obtención de apoyo.
Tomando en cuenta lo mencionado por estos autores, los docentes son fuentes de apoyo, de aliento y orientación a sus estudiantes para la consecución de las metas que los mismos se proponen durante sus estudios, unido a características importantes como son la imaginación, la pasión, la originalidad, identificación de fortalezas y debilidades que lo hacen ser un educador diferente por sus acciones con el propósito de formar emprendedores.
El autor Maldonado, sugiere que un experto en su área debe ser capaz de diseñar una bitácora académico profesional en donde pueda demostrar sus competencias básicas, específicas o transversales o académicas adquiridas en el escenario educativo o a lo largo de su experiencia laboral. Por otra parte, Zabalza, ilustra que las competencias profesionales del docente están referidas a comportamientos profesionales y sociales, competencias referidas a actitudes, competencias referidas a capacidades creativas y competencias de actitudes existenciales y éticas.
En síntesis, los estudiantes han expresado la importancia de utilizar diversas estrategias para trabajar eficientemente en equipo, para manejar el tiempo y para tomar decisiones, destrezas y habilidades que se desarrollan a través de un proceso práctico de aprendizaje responsable, activo y autónomo. Por último, evaluar en todos los sistemas formativos es un proceso imprescindible y es parte del currículo como el mecanismo que se dispone para mejorar y garantizar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. El proceso de evaluación implica recolectar la información, valorar la información recogida y tomar decisiones que permitan realizar los ajustes necesarios al programa.