La eterna sed del hombre por conocer cosas nuevas le ha permitido acumular, a lo largo de los siglos, un vasto mar de conocimientos. La búsqueda de conocimiento es un fenómeno placentero para él. Si no está allí, debe haber algo mal en el proceso de impartir conocimientos o en el medio en el que se le pone a aprender. Por lo tanto, es para el docente impartir conocimientos de tal manera que se convierta en un fenómeno placentero en lugar de una carga.
En el caso de los estudiantes, este contexto adquiere mayor importancia. El aprendiz es una persona que está adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades, desarrollando nuevas actitudes. En estas circunstancias, la enseñanza-aprendizaje debe llevarse a cabo en una manera sin esfuerzo. El entorno de enseñanza-aprendizaje tiene que ser animado y eliminar el uso de técnicas monótonas y dispositivos de instrucción. Al final de cada proceso de enseñanza-aprendizaje hay ciertos objetivos de aprendizaje que hay que lograrlo. Para alcanzar el logro, el docente o el facilitador utiliza diferentes tipos de técnicas y métodos de enseñanza, materiales, dispositivos y estrategias.
Si el docente utiliza solo el verbalismo como método de lectura, no conducirá a un aprendizaje efectivo. Además, la investigación realizada por Cobun (1968) muestra las personas aprenden, recordamos el 10% de lo que leemos, 20% de lo que escuchamos, 30% de lo que vemos, 50% de lo que escuchamos y mira, el 70% de lo que decimos, el 90% de lo que decimos y hacemos. Por eso, es esencial que para una enseñanza-aprendizaje eficaz, las experiencias de aprendizaje deben filtrarse a través de múltiples avenidas o pasarelas sensoriales, a través de los ojos (ver), oídos (oír), nariz (olor), lengua (gusto), piel (tacto).
Las ayudas didácticas son las herramientas disponibles para docentes para brindar múltiples experiencias sensoriales y para llevar a cabo la enseñanza-aprendizaje proceso de manera efectiva y eficiente. Carmona & Fransisco (2006) confirman que es necesario integrar ayudas didácticas para facilitar el proceso de enseñanza. Hay una gran cantidad de ayudas didácticas disponibles para el docente / facilitador.
Un material didáctico es un material didáctico (libro, pizarra, dibujos), un objeto (globo terráqueo, mapa o muestra) o un dispositivo (proyector o computadora) utilizado para mejorar o animar la instrucción en el aula. Las ayudas didácticas son materiales y dispositivos didácticos que ayudan al docente a llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para hacer que el proceso de aprendizaje en la educación digital sea sencillo y placentero es una tarea difícil pero no imposible. Esto depende de las habilidades creativas e innovadoras del docente.
En síntesis, el uso de las ayudas didácticas con estudiantes tal como lo señala Kapur (2015) pueden facilitar el proceso de aprendizaje al hacer que interesante y requiere menos tiempo. Es probable que este método sea más eficaz para evocar respuestas animadas de los estudiantes. El uso de ayudas didácticas permite que los educandos no solo manejen sus habilidades auditivas o visuales, sino que también se desempeñen activamente mientras aprende. Esto conduce al refuerzo del aprendizaje.
