Son muchos los investigadores que utilizan los proyectos para la mejora de procesos o crear nuevos avances. Son varias los componentes que son importantes para la mejora de un proyecto exitoso, pero cada proyecto emprende con la identificación del problema que debe resolverse. Comprender qué es una declaración de problema y cómo escribirla puede ayudar al investigador a tener éxito en la investigación.
Una declaración del problema es una exposición precisa del problema o los asuntos que un proyecto busca abordar. El enunciado del problema reseña el estado real, el futuro anhelado y la brecha que pueda existir entre los dos. Una declaración del problema es un instrumento de intercambio de opiniones que puede coadyuvar a la certificación que todos conozcan cuál es la dificultad que se debe afrontar y por qué la investigación es importante.
Una exposición del problema es significativa porque contribuye a reseñar el propósito, esbozar el alcance, guiar las actividades y minimizar los fracasos en la investigación. La relevancia del problema puede impulsar el sustento y aprobación para un proyecto para la mejora del proceso investigativo. A continuación, listaremos los componentes claves que debe contener el planteamiento del problema:
- Postura: Se debe pormenorizar cuál podría ser el estado real si no existiera un problema para abordar. En esta sección se identifican los objetivos y el alcance del proyecto. En este apartado, se exponen una representación clara de cuál será el resultado una vez soluciono el problema.
- Objetividad: Se debe detallar cuál es el estado actual del problema, por qué es una dificultad, cuál es la población que se afecta y cuándo, así como, dónde se determinó el problema.
- Derivaciones: Se identifica cuáles son los efectos del problema, cómo impactadas a la población objeto de estudio y cuánto damnifica el problema.
- Propuesta: Esta puede abarcar varias posibles soluciones, cómo se puede solucionar, indagar y solventar el problema.
En síntesis, se puede redactar un buen planteamiento del problema, reconociendo y argumentando diversas interrogantes vinculadas con el problema. El proceso que se emplea para escribir el enunciado de un problema debe dar respuesta en base a: cuál, por qué, cuándo, dónde, a quién, cómo y cuánto impacto tiene el problema.