En la escritura académica, los pronombres en tercera persona (él/ella/ello y ellos/ellas) no se refieren al escritor ni a la persona a la que se dirige. Por ejemplo, en un escrito académico se podría decir: “El estudio afirma que 1 de cada 5 personas tiene cabello oscuro”. Por otro lado, los pronombres de primera persona (yo/nosotros) y los pronombres de segunda persona (tú/tuyo) se refieren directamente al escritor y a la persona a la que se dirige. La diferencia entre estos dos puntos de vista en una escritura científica, es que los pronombres en tercera persona crean una distancia entre el escritor y el escrito; por el contrario, los pronombres en primera persona indican una relación más íntima entre el escritor y el documento.
La clave de la escritura académica está en la escritura de verbos en su forma PASIVA, en contraposición a su forma ACTIVA. La voz activa es muy común en el inglés hablado: “el estudiante escribió el ensayo”. En este ejemplo, el estudiante es el foco (objeto) de la oración. La voz pasiva al escribir suele utilizar el verbo «to be» en tiempo pasado (fue). El objeto (ensayo) se convierte en el foco de la oración en lugar del sujeto: «El ensayo fue escrito (por el estudiante)». Se puede observar en la redacción del ejemplo, que el ensayo es el foco, no importa quién lo escribió.
La voz que se utilice depende del tipo de escritura. A menos que se le indique lo contrario, los escritos académicos generalmente se escriben en tercera persona. La escritura académica también posee un tono formal y pretende ser objetiva. Significa que la atención se centra en la escritura más que en el escritor, por lo que la voz que se adopta es “el ensayo”, “la revisión de la literatura” o “el informe”.
La objetividad requiere que el artículo que se esté escribiendo no sea una opinión personal, que se pueda identificar con palabras como «creo» o «creemos». La escritura académica está respaldada por investigaciones y se proporcionan evidencias desde el punto de vista o posición del investigador sobre un tema a partir de trabajos académicos que ha leído.
En síntesis, el estilo académico depende de la disciplina. Por ejemplo, el tipo de escritura que se encuentra en ingeniería o filosofía es muy diferente de la que se encuentra en bellas artes o derecho. No obstante, una característica distintiva de todos los tipos de escritura académica es el tecnicismo, en otras palabras, el uso de términos con significados específicos en cada rama académica.